En el fondo del mar entre tiburones
encontraré brillantes perlas, las más hermosas flores en el lodo, algo de trigo
entre la paja y alguna que otra aguja. Al girar la cabeza oiré lo sublime
en forma de violinista en la abarrotada estación del metro; sufriré el
"síndrome de Stendhal" al voltear una manzana y darme de bruces con
Santa María dei Fiori o quizá un "semazen" vuelva a insuflarme
el aire místico que provoca el giro de sus prendas mientras una voz profunda
recita poesía y la música telúrica brota de mi interior. No sería extraño
que sienta la caliente humedad de la primera vez, del primer beso; es posible
que un "loco bajito" tome entre sus manitas la mía y se acaricie el
moflete con el dorso mientras con ternura repite mi nombre o que una enanita se
acurruque en mi regazo durante un eterno suspiro y sin mediar palabra su
corazoncito saltarín le infunda vida al mío pétreo y cansado; tal vez encuentre
mi álter ego en esta lluviosa mañana y disfrute de
estimulantes sesiones de conversación, renueve el gozo por la lectura, el cine
y la música o tal vez nada de todo eso ocurra y no merezca la pena continuar con mi particular travesía del
desierto.
Todo me
parece posible menos la risa.
Me pregunto por
qué.
De todo lo
que se ha escrito sobre la risa llama mi atención un estudio que habla de la
necesidad de rebajar tensiones tras una situación de peligro en la cual nuestro
organismo genera sustancias que nos predisponen para la huida o la lucha en
defensa de nuestra familia o manada, de tal manera que este fenómeno netamente
humano, desternillarse vivo, nos ayuda a inhibir la agresividad, la ansiedad y el estrés generado,
convirtiendo la risa en un signo de conducta que indica relajación y confianza
con nuestros seres cercanos. Se me ocurre que parece evidente que el sexo
también sirve para el mismo propósito y que así se explica la sensación de
laxitud y relax que sucede en ambos casos.
Pareciera
que tuviera la necesidad imperiosa, lógica por otra parte, de estar siempre
alerta y en tensión esperando la siguiente agresión vital.
Reconozco
que no tengo excusa y que entre tempestades debería buscar con más ahínco el
humor, la risa y la carcajada.
¡¡Por todos
los dioses que lo intento!!
http://justoserna.files.wordpress.com/2009/09/carcajada.gif?w=480
Es lo malo de ser un "tipo serio" que luego uno se olvida de lo más importante.
ResponderEliminarHay un remedio que suele ir bien, se llaman cosquillas ¿Has probado alguna vez?
Un abrazo Al Tagrí.
Divina estrella, las cosquillas las carga el diablo, prefiero la risa espontánea o el sexo aunque sea serio. De todos modos ya me va costando menos y una sonrisa se esboza en mi cara, gracias a tu comentario.
ResponderEliminarSeguiré probando...
ResponderEliminarUn beso.
Es verdad que la risa espontánea descarga tensiones... y cómo se disfruta!
ResponderEliminarY a mí se me ha dibujado una inmensa sonrisa leyendo tu post, gracias Al Tagrí!
Cuando pensaba en esta entrada simplemente recordaba que cuando era bastante más joven (casi un niño) reía mucho y el futuro me preocupaba menos que ahora si cabe y todavía tenía el alma sin rasguño alguno. Sin haber perdido el sentido del humor del todo, en cierto modo sí que añoro esa pseudofelicidad que da la inconsciencia aunque en realidad creo que echaría más de menos otras cosas si las perdiera, como la capacidad de emocionarme y de disfrutar de todas esas cosas hermosas que también nos depara la vida, eso me acerca un poco a la felicidad consciente y de vez en cuando cae alguna risotada, que no es baladí.
EliminarTambién disfruto de estos diálogos con personas con "sentido y sensibilidad".
Muchas gracias.
Pues mira que yo también lo intento, más que nada ahora, que mi sonrisa se ha quedado enganchada entre sombras y llantos...
ResponderEliminar;)
Muxu bat!
He perdido a mi padre recientemente y a pesar de no tener una relación como todo hijo desearía, lo he sentido profundamente. Así que como será para ti que tenias (tienes) algo especial con tu Aita. En realidad te envidio, pero de manera sana y sincera, y a pesar del dolor tienes que saber que lo que tenéis es para siempre, nadie te lo va a quitar nunca. La risa volverá sin duda, puede que menos marcada, pera volverá y lo que quedara será muy hermoso, el recuerdo de una persona muy especial. Desconozco los entresijos que hay tras el umbral pero es posible que sepan de nosotros los seres queridos, así que mejor será que les sonriamos, por si acaso.
EliminarAnimo Edurne!!", musu haundi bat!!!