jueves, 14 de junio de 2018

Yo regreso al hogar


"Cuando el sol abrasador ilumina el cielo de Occidente,
cuando el viento muere en las montañas,
cuando la canción de las alondras se vuelve silenciosa,
cuando las cigarras dejan de cantar en los campos
y la espuma del mar duerme como una doncella en reposo
y el crepúsculo dora la silueta de la errante Tierra,
yo regreso al hogar.
A través de sombras azules y bosques púrpura
yo regreso al hogar.
Regreso al lugar donde nací,
a la madre que me llevó en su vientre
y al padre que me educó
hace mucho tiempo, mucho tiempo, mucho tiempo
Ahora estoy solo,
perdido en un mundo lejano y errante.
Y, sin embargo, cuando el sol abrasador esta bajo
cuando el viento muere 
y la espuma del mar duerme
y el crepúsculo dora los campos,
yo regreso al hogar."
"No, no soy adivino. No sé cómo, cuando ni donde, ni siquiera por qué, pero sé a ciencia cierta lo que va a suceder..." Thalassa 
Estas fueron las primeras palabras que se embarcaron, hace ya algún tiempo, como bisoños grumetes, en mi querida nave para zarpar en esta incierta singladura. Me resultan extremadamente lejanas y ajenas. Pero puedo reconocer una profunda familiaridad con mi ser y mi sentir.
Hoy, como entonces, me encuentro en una etapa crucial en mi vida. Realmente llevo mucho tiempo arrastrado al pairo o sorteando persistentes vientos de proa, avanzando de ceñida en trabajosa navegación. De forma y manera que no encontraba el momento para determinar mi posición relativa en mi pequeña porción de espacio-tiempo.
Dos cosas he descubierto cuando una ligera brisa de popa me facilita surcar las olas con relativa placidez permitiendo reparar jarcias, obenques y demás aparejos. La primera es que me encanta la terminología naval. Se adapta perfectamente a una continua asimilación del noble arte de surcar los océanos con los avatares de la vida. Y la segunda es que cuando por fín he triangulado mi situación, cuando he podido determinar mi ubicación exacta con un elevado grado de exactitud. He descubierto que me encuentro un tanto alejado de un hipotético punto comunmente conocido como "hogar". Entendido este no como un punto geográfico en nuestro conocido universo tetradimensional, si no como un estado mental y espiritual.
Sereno y relajado vuelvo a conceder a este amado lugar su enorme capacidad catártica y terapeútica. Comprometido y firmemente determinado en no abandonarlo en un largo periodo de tiempo. Hasta que las condiciones de la navegación me obliguen a desviar mis esfuerzos en otra dirección.
No puedo estár más animado. Comienzo mi nueva travesía de regreso al hogar erolado de nuevo como capitán y firme timonel a bordo de esta queridísima cáscara de nuez. 
Parece que hoy por fin, tendremos otro día de sol.