viernes, 3 de enero de 2014

La persistencia (a Carl Sagan in memoriam)




Hoy sabemos que los acontecimientos que vivimos, nuestros sueños, nuestras emociones y todo lo que percibimos no se graban en nuestro cerebro como si de una lapida de mármol se tratara, sino que nuestra memoria gestiona los recuerdos como pequeños seres vivos que son. Necesitan alimento para crecer, cariño e interrelacionarse entre ellos y con los de otras personas para que no mueran. Son una ingente multitud de tal manera que acceder a algunos de ellos nos seria prácticamente imposible si no fuera porque disponen de sus propios "links" en forma de olores, colores, sonidos, formas, caricias... Me fascina su mecanismo siempre caprichoso puesto que junto a nuestra capacidad sensitiva, sencilla, extra o premium y a nuestro intelecto con potestad para deducir, abstraer, imaginar, crear, soñar..., conforman los tres pilares sobre los que se asienta nuestro Ego, nuestra misma esencia, sobre los que el polvo estelar toma forma humana y conciencia de sí mismo y del universo que le rodea.

Aquí es cuando las piernas me empiezan a flaquear pues cualquier anomalía, la más mínima desviación de rango o cualquier funcionamiento anómalo de cualquiera de los tres sistemas o de todos a la vez hará que nos situemos fuera de ese consenso común que llamamos realidad. Pero del mismo modo la posibilidad de que esto ocurra nos somete a una profunda cura de humildad al reconocer que dicha realidad es por definición múltiple y que nunca estaremos en posesión de toda la verdad, ni tan siquiera de una pequeña parte.

Como ejemplo diré que, entre muchas otras, existe una enfermedad muy conocida en nuestros días y que en su estado más avanzado hace que las personas no tengan acceso a su misma esencia convirtiéndose en meras cascaras vacías, viviendo solo porque alguien les recuerda como si ya hubieran muerto,

Los recuerdos de todos modos, sometidos estos a toda clase de retoques y ajustes y con toda la prevención que se quiera, son como son y como tales debemos aceptarles del mismo modo que nosotros mismos no somos ni lo que fuimos ni somos lo que seremos, somos como somos, afortunadamente diría yo.

Uno de mis primeros recuerdos me sitúa en mi más tierna infancia, exactamente no podría precisar con qué edad aunque sí creo recordar que todavía no iba a la escuela.

Por la noche en la cama que compartía con mi hermano mayor solía quedarme, como todavía aun sucede, pensando sobre las cosas que me ocurrían y el mundo al que me empezaba a asomar y uno de esos pensamientos consistía en que no podía precisar dónde demonios estaba yo antes que en la tripita de mi madre y me situaba a mi mismo flotando en una suerte de vacio oscuro rodeado por todas partes de nada.

Esto me causaba una especie de angustia existencial que todavía siento y que ha pasado de ser un mero entretenimiento para ser un verdadero "leit motive". Ya se sabe:¿quien soy?, ¿de dónde vengo? y ¿que hare para cenar?.

Hace poco en una película titulada "K-Pax" protagonizada por un magnifico Kevin Spacey, su personaje de nombre "Prot", explicaba como el universo se estaba expandiendo hasta llegar a un punto de inflexión desde el que comenzaría a contraerse para llegar al punto inicial del "big bang" y volver a comenzar una y otra vez hasta el infinito de tal modo que, según explicaba, todo se repetía de forma eterna incluidos todos nuestros errores e instándonos a no desaprovechar nuestra vida con estupideces tales como no arreglar nuestras relaciones personales.

Esta hipótesis no me agrada lo más mínimo porque te somete a una presión excesiva a la hora de la toma de decisiones pues si la cagas es para siempre y encima lo repiten hasta aburrir.

Mi "amigo" Sheldon Cooper, sin embargo, aludiendo a la Teoría de Cuerdas me explica que coexisten con el nuestro infinitos universos paralelos de forma que podríamos tener infinitas variantes de nuestra propia vida y podríamos tener cualquiera posible y, por qué no, imposible.

Esta teoría desde luego es mucho más agradable y te incita a imaginar como dice Sabina:

"con un poco de imaginación
partiré de viaje enseguida
a vivir otras vidas,
a probarme otros nombres,
a colarme en el traje y la piel
de todos los hombres
que nunca seré".

Me he puesto a sopesar cual sería la vida que me gustaría tener y noto que se me dibuja en la cara una tremenda sonrisa a modo de "emoticón" cuando me doy cuenta que es esta la que quiero y que no necesito ninguna otra y que en mi vasta vida interior, tropecientas cincuenta veces mayor que todos los infinitos universos juntos, caben todos ellos. Así que será en esta vida en la que seguiré la singladura, pues ni conozco ni conoceré las otras a las que no estoy conectado, pero me alegra creer en su existencia. No deseo otra vida pero si necesito cuidar de mi memoria porque entre otras cosas soy lo que pueda recordar y lo que los demas recuerden de mi.

También puedo escribir...




“Hay más cosas entre el cielo y la tierra, Horacio, que lo que pueda soñar tu filosofia"

Hamlet. William Shakespeare




6 comentarios:

  1. Sí que estas fertil!
    Al Tagrí, noble viajero, debes permitirme postergar para mañana (o pasado) la lectura de los hilos de tu pensamiento.
    Se acabó el día por hoy.
    Muxu ta gabon.

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  2. Yo, llego, como lo hice elotro día detrás de nuestra diosa Ishtar, porque, eso es lo que riene devanar madejas, que se tira del hilo y...
    Et violà!

    He leído, leí ayer y he leído hoy, tus reflexiones, amigo Al Tagrí (aprovecho para decir que me gusta tu nombre en esta singladura), y ciertamente has conseguido llevarme a unas cuantas de mis muchas vidas interiores, porque, al igual que tú, esa angustia vital también me apremia constantemente...
    y no quiero vivir otra vida, quiero la mía, la que tengo, eso también lo tengo claro.

    Así que bueno, me enrolo como grumete en esta singladura, si la paga es buena...
    Muxuak!
    ;)

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    1. Soy yo el que se quiere enrolar en vuestra hermosa aventura de navegación sin rumbo cierto y sin otra perspectiva que no sea el puro placer de viajar en la mejor compañía. Como ya sabes, la paga y también el precio es la propia vida. Ahora después de recalar en este archipiélago necesito explorar, necesito tiempo para conocer el paisaje, a sus habitantes y encontrar el preciado tesoro de la inspiración. Me siento bienhallado a bordo, encantado de saber de ti y te deseo momentos de estremecimiento y gozo intercalados en la rutina diaria.
      Musu haundi bat.

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  3. Para mi Kevin Spacey siempre estará ligado a “Sospechosos habituales”, K-pax no la he visto, la apunto si es que me la recomiendas.

    No sé que decirte, estamos repitiendo una y otra vez aciertos?
    Es esta es la única y última vida que se nos concede?
    Ha habido y habrá otras más?. Esta idea budista es la que ultimamente me parece más atractiva. Auskalo!

    Y mientras leía y leía, me preguntaba cómo es que no habíamos hablado nunca tu y yo de estos temas en aquellas interminables noches de la Katrena, que a mi con los efluvios del alcohol se me desata el lado filosófico, a algún punki ya le tocó aguantar mi cháchara... y claro, luego me di cuenta de que estábamos en dos univesos diferentes, infinitamente separados por una barra.

    Un abrazo my friend. :)

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  4. En esas interminables noches, no, ni contigo ni con nadie, pero en otras más recogidas en otro pequeño local tuve la oportunidad de compartir con algunos "amigos" y "amigas", lechuzas como yo, estimulantes sesiones de filosofía barata, de literatura y de música que he llegado a echar de menos a lo largo de estos años y que han sido sustituidas por encendidos debates entre habitantes de mi mundo interior. Soy militante del Amor fati que consiste en aceptar el Destino no como algo inevitable, sino como el resultado de nuestra más oculta voluntad y que nos lleva siempre a donde realmente queremos, un Destino que por encima de determinismos y fatalidades lo moldeamos diariamente con nuestras decisiones en muchas ocasiones inconscientes. Eso es debido a que nuestro Yo verdadero, el interior, es mucho más inabarcable y por lo tanto tiene más peso en el resultado final. Dicho esto, no dudo que tendremos infinitas oportunidades de hablar de lo verdaderamente importante porque está claro que así lo quiere el Destino y eso es algo verificable.
    ¿ lo comprobamos?

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  5. Amor fatí. No conocía ese modo de pensar y aceptar la realidad. Yo, que soy de ciencias andaba más por la física cuántica, pero creo que este concepto me puede llegar a enamorar, necesito tiempo para leer y pensar sobre ello; aunque ya solo por llamarse amor es mucho más atractivo que cualquier otra teoría.

    No sé si ha sido el destino o fuimos nosotros, nos perdimos pero aquí estoy de nuevo.
    Un beso dese el otro lado de la calle.

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