jueves, 18 de diciembre de 2014

"La montaña es algo más que una inmensa estepa verde"(o blanca).


 El Camino de Santiago, la travesía de un desierto, cualquiera de los "Grand randonnées" pirenaicos, el camino del Inca, la ruta licia al sur de Anatolia... o la ascensión a montañas de todo tamaño e índole, son algunos ejemplos de aventuras donde, aún siendo los indiscutibles protagonistas unos parajes increíbles, el descubrimiento, la lucha y la recompensa son personales y el aprendizaje íntimo y profundo.

La montaña es mucho más que una mole de roca, nieve y hielo a la que someter y conquistar para añadir una muesca más en el mango del piolet. Esta forma de pensar claramente occidental contrasta con la honda relación ancestral de multitud de culturas de todo el orbe con la Natura en general y con las montañas en particular. En muchos casos, como en la zona del Himalaya, son veneradas como diosas a las que se solicita permiso para acceder a su cumbre con elaborados rituales de humildad y sumisión ante su inmenso poder. 
Yo no vivo en ninguno de esos pueblos orientales pero me he criado en un entorno de amor absoluto por las cordilleras que incluye el convencimiento racional de que es la montaña la que decide siempre en última instancia y que tanto su aspecto físico como su “carácter” son absolutamente volubles. Debe existir una relación muy estrecha y un "diálogo" constante para lograr el beneplácito para acceder a su zenit. ¡que erótico por dios! En buena lógica nunca será un fracaso tener que desistir educadamente en el intento cuando por el motivo que sea la anfitriona no esta para visitas. 
Dicho diálogo es multidireccional pues también incluye el intrapersonal y supone una constante búsqueda de nuestros limites en todos los sentidos. Nosotros tampoco somos siempre los mismos ni física ni psicológicamente. 
Las relaciones personales no están libres de ser sometidas a duras pruebas cuando las circunstancias te llevan en muchas ocasiones al límite físico y mental.
Esta practica, a mi modo de ver, sobrepasa lo meramente deportivo para convertirse, a poco que lo observemos, en una perfecta alegoría de la propia vida.

El título de este “post” es el homónimo de una novela autobiográfica del autor, Omar Cabezas
, que leí en mi primera juventud ahora estoy en la segunda y que narra sus vivencias cuando, siendo estudiante, marcha a la montaña selvática para enrolarse en la guerrilla Sandinista. 
Fue mi primer relato en el que la vivencia personal era la temática y el caminar por la selva claramente un duro sendero de autoconocimiento. 
Este es mi homenaje.

“No conquistamos las montañas sino a nosotros mismos”
“Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre y la vista más amplia y serena.” Ingmar Bergman


P.D. Se acerca el invierno con su mágico solsticio en la otra media esfera será el de verano, hay que pensar en global ;) y por estas fechas añoro más que nunca el contacto con la montaña. Por diversas circunstancias llevo más de año y medio alejado de ella y me siento nostálgico, me acude el recuerdo de momentos irrepetibles y de alguna persona con la que no volveré a compartir ascensión.
Por otro lado acabaremos mes y año celebrando nuestro particular "Acción de Gracias", intentando reparar en el plano personal y familiar el deterioro de todo un año. Solo me queda desearle a todo el mundo unas felices saturnales, navidad, solsticio o lo que cada un@ quiera celebrar, creo que hay lugar para tod@s.
Quiero también transmitir mi deseo de felicidad y plenitud más sincero para el año venidero.
Besos <3
No recuerdo mi procedencia y hacia dónde voy no es relevante. Intuyo que soy mi caminar, que el camino se perfila con cada uno de mis pasos y que existe una luz que, lejos de atenuarse, ilumina mi singladura más intensamente cada día: el AMOR.
Al Tagrí 

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Hoy




Hoy es de esos días en que, tras el crepúsculo, pareciera que el cielo se despejara totalmente de nubes y que ante nuestros ojos se presentara una perfecta alineación de planetas. 
Hoy, 10 de diciembre, celebramos (valga el eufemismo) el día internacional de los Derechos Humanos.

Hoy, la paquistaní Malala Yousafzai y el indio Kailash Satyarthi han recibido en el ayuntamiento de Oslo un más que merecido premio Nobel de la paz.

Hoy, el senado norteamericano ha desvelado el uso sistemático y continuado de torturas contra sospechosos retenidos en centros secretos de la CIA repartidos por todo el mundo. El informe concluye que: "fue un programa de violación de los Derechos Humanos brutal y erróneo (esta última calificación se debe a que se supone que no obtuvieron resultados significativos en las investigaciones gracias a estas practicas).

Hoy, puedo desvelar que el pasado día 7 de diciembre recibí en mi blog docenas de visitas realizadas sobre diferentes palabras de búsqueda en poco más de tres minutos. Esto quiere decir que el sistema era automático (algún tipo de programa). La búsqueda provenía de Cupertino, California, en el mismo centro de Silicon Valley. Algún sistema rutinario de rastreo, algún becario aburrido o mera casualidad, en cualquier caso no parece nada productivo.


Hoy, una vez más, todo parece estar en su sitio.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Eternidad


Foto Al tagrí
No recuerdo exactamente cuando comenzó esta especie de competición para vencer al tiempo pero tengo la extraña sensación de que el resultado esta pactado y de que no tengo ninguna posibilidad... o quizá si, puede que no empezara jamás y que nunca termine por que la lucha es eterna.
Devoro millas con la facilidad con que el adictivo "Packman" tragaba bolitas en la pantalla. Me subo a los "pianos", apuro al limite las frenadas y exprimo mi motor hasta hacerlo rugir como una fiera acorralada. Adelanto por el exterior a ritmo de rock & roll y arranco las pegatinas a mi más implacable contrincante: el reloj.
Mi atención se concentra en una sola dirección y la visión "en túnel" me impide ver otra cosa que no sea una interminable pista donde velocidad, espacio y tiempo se fusionan en una especie de frenética huida hacia adelante sin fin.
Si pestañeo o bostezo, si paro a repostar o me paso de frenada y me salgo de la pista, si el cansancio o el sueño me vencen, me vuelve a rebasar una y otra vez sin solución de continuidad, como en un infernal cuento donde la tortuga me intenta humillar hasta el fin. Hasta el fin del tiempo. Hasta su fin.
*"En la eternidad, donde no hay tiempo, nada puede crecer. Nada puede convertirse en nada. Nada cambia. Así que la muerte creó el tiempo para cultivar las cosas que iba a matar..."
“Este es un mundo en el que nada nunca se resuelve. Alguien una vez me dijo: ‘el tiempo es un círculo plano’. Todo lo que hemos hecho y todo lo que haremos, lo repetiremos una y otra vez, una y otra vez, para siempre”.
*Extraído de "True Detective" 
¿Será cierto que el tiempo es una invención y que en realidad nadie resolverá nada jamás de forma definitiva?, ¿que todo se repite de forma infinita?
Solo sé que estoy cansado de pisar el acelerador, de querer adelantar a mi sombra y de perderme tanto bello paisaje. Creo que voy a apagar el motor de forma definitiva y que voy a continuar a pie mi camino.
Sé que echaré de menos la velocidad, que añoraré la sensación de estar "on fire" y de sentir el vértigo, el estrés y la adrenalina fluyendo por mis venas... pero estoy muy cansado de dar vueltas en el mismo circuito cada vez más rápido para no llegar a ningún sitio. Quiero mirar en todas direcciones y hacer de mi vida un espacio multidimensional, fluir, dejarme llevar y sentir.
"Existe un punto de unión entre lo acontecido y el porvenir... allí me encontraré... por toda la eternidad"
Al Tagrí 


miércoles, 19 de noviembre de 2014

Querido Barack...




Son infinidad las ideas que me surcan a diario cuando mi mente se dedica a "navegar" mientras una pequeña parte se centra en otras cuestiones secundarias como el trabajo. Lo complicado suele ser poder elegir un tema concreto para desarrollarlo y publicar algún escrito. Pero como ocurre en multitud de ocasiones el devenir y los azares me arrastran como torrentes embravecidos por una tormenta y una melodía, una frase, una imagen o, como en el caso que hoy me ocupa, las palabras de una joven de 17 años logran emocionarme, conmoverme y disparan mis pensamientos de manera exponencial y siento la necesidad de expresar las sensaciones que me provocan.

Era un extracto del discurso de aceptación del premio Nobel de la pakistaní Malala Yousafzai que junto al indio Kailash Satyarthi ha recibido en este 2014.

*"Nacida en Míngora, Jaiber Pastunjúa, Pakistán. Habla pastún e inglés, y es conocida por su activismo a favor de los derechos civiles, especialmente de los derechos de las mujeres en el valle del río Swat, donde el régimen talibán ha prohibido la asistencia a la escuela de las niñas. A la edad de 13 años, Yousafzai alcanzó notoriedad al escribir un blog para la BBC bajo el seudónimo Gul Makai, explicando su vida bajo el régimen Talibán y los intentos de estos por recuperar el control del valle, luego de que la ocupación militar les obligara a salir de las zonas rurales. Los talibanes obligaron el cierre de las escuelas privadas y se prohibió la educación de las niñas entre 2003 y 2009.

El 9 de octubre de 2012 en Míngora, fue víctima de un atentado por un miliciano del TTP, grupo terrorista vinculado a los Talibanes, el cual, después de abordar el vehículo que servía como autobús escolar, le disparó en repetidas ocasiones con una pistola impactándole en el cráneo y cuello, por lo cual debió ser intervenida quirúrgicamente. El portavoz del TTP, Ehsanullah Ehsan, afirmó que intentarán matarla de nuevo."
*Fuente Wikipedia

El Nobel de la paz es, sin duda, el más polémico de los cinco premios originales instaurados por Alfred Nobel poco antes de su muerte en 1895 y el único que no se entrega en Estocolmo sino en Oslo. Lo entrega un comité formado por cinco personas elegidas por el parlamento noruego. Acerca de las diversas controversias que ha generado la concesión de este premio a través de la historia es precisamente sobre lo que quería meditar en este post.

Junto a grandísimos nombres como Martín Luther King, Nelson Mandela, Teresa de Calcuta, El Dalai Lama o Rigoberta Menchú entre otros muchos, también han sido galardonados "personajes" de la talla de Henry Kissinger, Al Gore, Yasir Arafat, Isaac Rabin o, el principal objeto de mi reflexión, Barack Houssein Obama II.

No puedo evitar sentir un cierto grado de confianza por las decisiones tomadas por un comité emanado de un parlamento como el noruego y que en muchos casos no premia tanto a las personas, que, a veces, dejan mucho que desear, como a la oportunidad que representan en aras de pacificar zonas con conflictos muy enquistados como es el caso de Palestina (me refiero a Palestina como un área geográfica donde, si el sentido común imperase, deberían de existir dos estados plenamente soberanos, Israel y Palestina, como dicta la resolución de las Naciones Unidas que dio pie a la fundación del estado de Israel). Para conmemorar e impulsar los acuerdos de Oslo se tomó la decisión de galardonar a dos siniestros "elementos" junto con Simón Peres. Nada que reprochar por mi parte, pero ahora bien, esto fue en el año 1994 y hasta la fecha no solo no se ha solucionado el conflicto, sino que ha empeorado de manera notoria y la situación tanto en un lado como en el otro se ha tornado insostenible (Israel con un grave conflicto en las puertas de casa y Palestina sin estado y fuertemente dividida).
El genocida Isaac Rabin, quien a hierro mató, a hierro murió a manos de un correligionario que se situaba mucho más a la derecha de Jehová que el mismo.  El corrupto, déspota, y autoritario Arafat, murió en extrañas circunstancias en un hospital francés a manos de vaya usted a saber quien puesto que en la lista de espera para tirotearle, envenenarle o volarle había bofetadas para situarse en primer lugar tanto en sus propias filas como en el lado judío.

Auténtica bomba informativa fue la noticia de la concesión del premio a Obama, por lo menos para mi. En este caso los méritos para tal honor estarían por venir puesto que el bueno de Barack (bonito nombre) todavía no había tenido tiempo de desplegar su política. Una vez más pensé que los noruegos merecían un voto de confianza y que querrían de este modo alentar la promesa de cambio hacia un mundo mejor que suponía la elección para la presidencia del país más poderoso del mundo del primer no blanco de la historia. Muchas personas en todo el mundo accedimos emocionados a encontrarnos por primera vez  ante una situación que en cierto modo resultaba ilusionante. (Una doble lectura implica asumir que del mismo modo que se alienta el cambio se castiga la política republicana imperante hasta entonces encarnada por el "tonto útil más grande de todos los tiempos" George Walker Bush).
Todos sabíamos entonces que lo tendría francamente difícil y que incluso el "hombre más poderoso de la tierra" tiene sus limitaciones y unas veces por no poder y otras por no querer y por tener contento al poder "real" sería una auténtica quimera poder cumplir sus promesas.
Una vez pasado un lustro desde la concesión del premio nos encontramos en la siguiente situación:
Esa ofensa a la razón y la justicia que se llama prisión de Guantánamo continua con su macabra actividad; Irak es un verdadero polvorín a punto de estallar y que amenaza con desestabilizar todo el planeta; Siria es "territorio comanche" donde campan a sus anchas los descerebrados del autodenominado estado islámico; Libia es el "fart west" donde las bandas armadas controlan la situación; Afganistán y Pakistán feudo de talibanes; los antidemocráticos cubanos mandan 600 médicos a la zona cero del terrible Ébola mientras nuestro hombre envía soldados a la región; el arsenal nuclear norteamericano ha recibido una importante inyección de fondos para su renovación; los ingenios voladores del imperio, tanto los tripulados como los famosos drones, siguen causando estragos entre la población civil (llamados de manera eufemística daños colaterales) de todos los rincones en conflicto antes mencionados; Julian Assange y Edward Esnowden, declarados enemigos del estado, no por difamar sino por revelar la inquietante realidad de espionaje masivo contra la población civil; Osama Bin Laden... este tema merece una mención aparte. Yo me pregunto: ¿donde está la diferencia entre los invacunados y enajenados miembros de esos grupos que se dedican a decapitar a los rehenes y cuelgan luego los vídeos en you tube y las fuerzas especiales de la US Army que le condenan y ejecutan sin sumario, sin juicio y sin pruebas, por lo menos públicas, en su casa delante de sus hijos mientras el "presi" lo ve todo en pantalla panorámica, vestido de "sport" y tomándose un café, violando para ello la soberanía de un país aliado. Si el afamado saudí era culpable de algo, ¿no era la obligación de un estado "democrático" la de garantizar un juicio justo bajo el amparo de la legislación internacional?. Y todo esto con el aplauso generalizado (increíble)... la lista seria interminable pero a modo de resumen me atrevería a decir que el mundo que nos dejará la administración Obama, previsiblemente al terminar esta su segunda legislatura, será mucho más peligroso, más inseguro, menos justo y menos democrático que el que heredó del ínclito señor Bush JR. (quien lo hubiera dicho).
Por el respeto que una vez le tuve y por la esperanza que en su día suscitó en una parte importante de la población, creo que se merece una oportunidad para poder recuperar la vergüenza y la dignidad perdida y por ese motivo me voy a permitir la libertad de mandarle una respetuosa misiva solicitando atención a mis peticiones:

"Querido Barak, tantas veces has entrado en mi casa de tantas modos distintos, unos legales y otros no tanto, que ya te puedo considerar como de la familia y creo estar en disposición de tutearte. Sé que tiene que resultar muy duro para ti que te comparen con una persona como Malala, que resulta imposible que los dos galardones tengan el mismo valor, ella representa la esencia de la no violencia, la educación, el respeto por toda vida humana y el perdón hacia quien intento asesinarla. Tú,  sin embargo, representas todo lo contrario, no es digno de un Nobel de la paz quien se arma hasta los dientes de ingenios nucleares, quien enarbola la venganza como un legítimo derecho y quien utiliza la violencia indiscriminada de manera sistemática. Aún así creo que mereces la oportunidad de purgar tu alma y por eso te ofrezco la opción de hacerlo:
Devuelve la medalla que te otorgaron en su día y declárate  indigno merecedor de tal galardón, retírate a un rancho, un balneario o vete a Hawai  a hacer surf si eso te place, búscate a ti mismo y sana tu alma, tómate todo el tiempo que necesites, salvo tu familia y tu mascota creo que nadie te va ha echar de menos.
Ni Rabin ni Arafat tendrán ya la oportunidad que a ti se te presenta, ellos ya no podrán limpiar su alma , tú sin embargo eres una persona muy afortunada y en tus manos está pasar a la historia como una persona que vio la luz o como un auténtico enemigo de la paz.
Atentamente.
Un cordial saludo."

Aprovechando la extensa maraña de espionaje electrónico a la población civil en la red a la que Obama no ha sabido o no a querido poner coto, y teniendo en cuenta que he situado estratégicamente a lo largo del escrito palabras como bomba, explosivo, tirotear, presidente, Obama, talibán y matar, tengo la remota esperanza de que en la pantalla de algún becario adjunto a algún analista de tercera de la NSA, la CIA o cualquier otra siniestra agencia se encienda una luz roja que le obligue a prestar atención a mi post y que tras sufrir una epifanía o una embolia y en un acto de lucidez o de locura transitoria, le de por remitir mi escrito a la casa blanca, y que por arte de birlibirloque acabe en la mesa del despacho oval, y que imbuido nuestro "héroe" por una imperiosa necesidad de purgar sus intestinos y no teniendo otra cosa que leer, acuda al baño con estas humildes letras y decida finalmente laxar también su alma. Poco probable pero no imposible, por pedir...
Salam Aleikum (la paz sea contigo) Barack Houssein Obama II.
Salam Aleikum Malala
Nadie debería perderse este discurso de Malala en las Naciones Unidas, debería ser visionado en todas las escuelas del mundo para que las generaciones venideras graben a fuego la necesidad de la educación como el arma más poderosa contra la sinrazón y el fanatismo.

Este es el discurso de una dignísima merecedora del nobel de la paz y de el reconocimiento de todos nosotros por su lucha y su coraje en favor de la educación y en contra del fanatismo religioso. Gandhi, Martin Luther King y Madiba estarían muy orgullosos.
(Por cierto, Gandhi nunca recibió este galardón a pesar de estar nominado hasta en cinco ocasiones).

sábado, 18 de octubre de 2014

Y giro...


He querido experimentar con una de las cosas que más me estimulan: escuchar música e intentar plasmar en un texto la interpretación que hace mi mente de las ondas sonoras y comprobar que... "es mágica energía transformadora del pensamiento".
La escucho una y otra vez como un mantra y estas son las ideas que brotan: 
Imagen: http://static5.barcelona.travelarte.com/data/articles/000/001/953/principal.jpg?1333991852

Cierro los ojos pero no del todo... espacio infinito en todas direcciones... supongo, no hay referencias.
Materia difusa pero henchida de energías, tantas como estrellas en el Cosmos, y entre todas ellas la que me impulsa a rotar.
No hay luz ni oscuridad; silencio ancestral acariciado por el siseo de las esferas... pero la música... la música rasga el continuo espacio-tiempo brotando de algún lugar indeterminado de mi... de mi... núcleo.
!Oh cielos!, no tengo piel pero ese "ney" me arranca escalofríos.
La percusión desintegra mi esencia como un banco de peces asediado, como una ingente nube de aves danzando al crepúsculo... y giro... y giro... y la vuelve a fundir.
Estoy solo... no tengo miedo, formo parte de algo grande, una parte importante, la que abarcan mis ondas gravitacionales... y giro... y giro...
Mi nombre aún no se ha escrito, no existo en la memoria de nada ni nadie, no se me espera, no hay esperanza ni decepción, ni pasado ni futuro, todo es una ilusión. Todo lo que he sido y seré se ha olvidado... y giro... y giro...
No estoy pero soy.
Sin conexiones neuronales y  sin mente, pero consciente.
Aún sin rostro, una serena sonrisa se tatúa en el éter.
No hay corazón, pero siento su latir al ritmo de la rotación... de mi rotación...  y giro... y giro.
No queda rastro de miedo, angustia o ansiedad, todo carece de importancia, todo menos esta vibración que me eleva.
Belleza absoluta y pasión radiante, acogedora inmersión en sobrecogedor abismo.
Y giro... y giro... y crezco como una tormenta hasta alcanzar el... el... éxtasis.
Tan pequeño soy como un bosón y tan grande como el Amor.
Y giro... y giro... y giro...

Para saber más de la "Samá":

El siguiente es un pequeño extracto de video casero realizado con el teléfono en el teatro de mi pueblo el 16 Octubre del 2014. Es una ceremonia algo distinta de la que disfruté en Anatolia, la de la rama Mevlevi (Rumí también era conocido como Mevlaná) pero igualmente interesante y emotiva.
AL-KINDI Y LOS DERVICHES DANZANTES DE DAMASCO




P.D. Repasando el texto me resulta curioso como toda esa especie de visión o alucinación, ese desprendimiento del Ego, me recuerda mucho al sexo, como durante esos instantes la realidad se difumina para escapar por un momento de lo que nos somete... si, es muy curioso, siempre ha tenido algo de místico o divino, es lo más cerca que nosotros, pobres mortales, podemos estar de... lo que sea... Dios, Unidad, Todo... como se llame, o por lo menos, para los más escépticos, la ilusión de que en esos micro segundos de nuestra existencia alcanzamos a tocar el cielo con la punta de los dedos, aunque solo sea eso, una mera creación fantástica de nuestra mente y en realidad todos seamos nada... humo que dispersa el viento... solo un sueño... pero, ¿quien nos sueña?. 

martes, 30 de septiembre de 2014

Control



Linkin Park-Numb
"... todo lo que quiero hacer es ser más como yo y menos como tú"

¿Donde estoy?
¿Como he llegado hasta aquí?
 Tenue luz en la estancia
Se encuentra frente a mi
Me acerco, necesito respuestas
Parece un espejo
Soy yo Soy yo Soy yo
Espera… no… parece moverse pero…
 permanezco petrificado
¿Que le ocurre? ¿Que me ocurre?
Los puños apretados
fuego en la mirada
La coraza y el yelmo
la sangre acerada
El corazón desbocado
entraña rasgada
No puedo oírle
lanza un alarido
Rabia e impotencia
los dientes afilados
De cero a cien en cero coma
No soy yo No soy yo No soy yo
Pero, -¿no lo ves?
esta sufriendo y quiero morir
Pero, -¿no lo ves?
es débil y me necesita
Ahora mi grito rasga el aire
-¡Quiero que me envuelva la luz!
Todo se ilumina
Espejos infinitos
están por doquier
En todas direcciones
animales de galaxia
y seres infernales
Calma total
y el cielo precipitado
Belleza absoluta
y horror sin fin
Silencio y estruendo
Amor e indiferencia
Pasión y escarcha
Quiero destruirlos
pero me devoran
Quiero llorar
pero no hay tiempo
Respira
Respira
Respira
-¡Asómate al abismo!
Todos los colores 
encuentran tu camino
Toda la luz
en una sonrisa
Todos los espejos
en una caricia
Todo en ti
Todo en mi
Control


¿Quien (que) soy?



"El que domina su cólera domina a su peor enemigo"
Confucio


"La ira ofusca la mente, pero hace transparente el corazón"
Niccolo Tommaseo

domingo, 31 de agosto de 2014

Jon G.

"Nuestra existencia no es mas que un cortocircuito de luz entre dos eternidades de oscuridad."Vladimir Nabokov



Hoy me he levantado temprano, ahora es mía, solo mía, camino por ella descalzo y con unos raídos "shorts" de tela tejana. Me viene la imagen de Charlton Heston arrastrándose por la playa minutos antes de darse de bruces con una terrible certeza. Yo también busco certezas aunque algo más livianas.
Estoy intentando emboscar a una vieja amiga, el marco es perfecto, ha amanecido un día luminoso y templado, el viento ha rolado a poniente y eso significa que el aire es más húmedo y fresco. La clorofila se dispara en el agua y una fantasmagórica bruma lo envuelve todo con rapidez. A pesar del vapor la luz es tan intensa que los colores se transforman de forma mágica. Tonos turquesa, esmeralda y azules verdosos envuelven la mar. El rumor de las olas, el viento en mi piel desnuda, el frescor del agua batiéndose en mis tobillos y el aroma a salitre crean la atmósfera ideal para que todo salga como lo he planeado. A prudente equidistancia de mí se encuentran el estrés, la ansiedad, el miedo y las preocupaciones por un lado y las servidumbres de mi cuerpo por el otro. Estoy descansado y sereno, no tengo hambre ni frío ni ningún tipo de dolor físico. La lujuria me ronda pero se mantiene a una comedida distancia, además, voy a encontrarme con una bella dama y el encuentro promete.
En esas circunstancias, si pudiera ver mi cerebro en una tomografía de positrones, podría comprobar como se ilumina cual árbol de navidad. Ella se dispone a soltar amarras y a llevarme de viaje. Estoy ansioso por ver donde nos dirigimos esta vez. Quizá me lleve a una relajante inmersión como tanto nos gusta, tal vez me lleve al futuro o junto a un ser querido al que eche de menos, quien sabe...

Veo venir a Jon G., ¿me lleva a 1986?, ¿por qué?. Esto si que no me lo esperaba. De acuerdo, no haré más preguntas, ella nunca me ha decepcionado, eso es cierto. Me encuentro contando el tiempo que me resta para acabar con los estúpidos días de servicio militar. Estoy en el cuerpo de guardia, en la centralita de teléfonos charlando con un amigo cuando veo que entra y solicita realizar una llamada.
Todos en ese lugar hemos oído hablar de Jon G., es el hijo de un propietario de terrenos lindantes con el acuartelamiento y que guarda una excelente relación con el comandante que dirige aquel sórdido cuchitril. Es un muchacho "especial", solo tiene diez y siete años, edad para poder ir voluntario y poder elegir destino. Tiene un aspecto entre aniñado y afeminado, muy delgado, su voz es extremadamente aflautada, sus pestañas larguísimas y una ligera pelusilla adorna su labio superior. Eso sí, sus manos y sus pies son enormes, se ve que trabaja duro en las labores agrícolas. Esta claro que su padre teme por la integridad física del chico y que ha preferido que el azar no se lo llevara demasiado lejos. No hace falta ser Séneca, en aquel infesto lugar es carne de cañón para los soldados veteranos, la crueldad y el sadismo están a la orden del día.

(Yo provenía de un ambiente extremadamente politizado y muy contestatario con el militarismo rancio y caduco. Pensaba entonces como pienso ahora que aquel modelo de ejercito estaba más dirigido al control de la mitad de la población, la masculina, que a la defensa ante un posible enemigo foráneo. Recuerdo el inefable: "Aquí mi pistola (agarrándose la entrepierna), aquí mi fusil, la una para joder y el otro para joder más" . Era el modo de perpetuar esa forma de sociedad anclada en el pasado, machista y reaccionaria. Hoy en día los métodos se han diversificado y la eficacia es infinitamente superior en el control poblacional. En una época en que la objeción de conciencia y la insumisión al ejército estaban en franca expansión yo, por diversas circunstancias, decidí acudir al "llamado de la patria". De todos modos tuvieron la "deferencia" de mantenerme alejado de todo servicio de armas, no fuera que me volviera majara como el "recluta patoso" de "La chaqueta metálica"y me diera por liarme a tiros contra diestro y siniestro. Infinitas gracias. 
Tuve la ocasión, sin embargo, de comprobar que aquello, entre otras cosas, era un perfecto muestreo aleatorio de mis coetáneos. Era una oportunidad única de comprobar de que madera estábamos hechos y realmente mi impresión no pudo ser más pesimista. Los muchachos de mi generación me decepcionaron hasta la desesperación, entraron en la rueda del alienamiento y el adoctrinamiento como corderitos con dientes de lobo, no  aprendieron nada en absoluto y eso se nota en el tipo de sociedad que "disfrutamos" a día de hoy.)

Marca el número y en cuanto alguien descuelga al otro lado rompe a llorar, casi no puede hablar ahogado entre sollozos. Habla un dialecto bizkaino muy cerrado, apenas entiendo alguna palabra pero tampoco es necesario, está todo muy claro. Noto que se me revuelven las entrañas y que el niño interior reclama actuar, no lo puedo permitir. En esa época todo me daba igual, nunca pensaba en las consecuencias y eso me costó algún que otro "contratiempo".
Cuando sale le reclamo: -" ven muchacho acércate y cuéntame que te ocurre". Le hablo con un tono paternal totalmente desconocido para mi, solo tengo diez y nueve años, dos más que él pero a su lado parezco un abuelo. Me cuenta como le atormentan y le agreden constantemente. Por las noches le sacan de la litera y le obligan a correr desnudo por los pasillos. Debe de existir algún tipo de competición para ver a quien se le ocurre la mayor barbaridad. Le intento calmar y le digo que no se preocupe por nada, que ahora mismo vuelva a llamar y le diga a su padre que utilice sus influencias para que le destinen a la compañía de servicios donde le podrán colocar de jardinero, a mi compañía donde yo respondo de su integridad. Tras hablar con su casa veo que se encuentra mucho más tranquilo y le digo que regrese a esperar acontecimientos. Yo también me siento aliviado, mucho mejor, creo que he tenido una gran idea.
Semanas después me encuentro en la puerta del barracón y veo para mi sorpresa un enorme petate con Jon G. prendido que se acerca por la acera. Con una sonrisa de oreja a oreja me dice que viene de jardinero y sin más se pierde en el interior del edificio.
Por ciertas circunstancias que no vienen al caso no le volví a ver en mucho tiempo, exactamente hasta dos meses después cuando andaba tras un nuevo recluta atormentándolo apelando a su veteranía. Había aprendido rápido, la vida se abre camino del modo que sea, pensé.
Jon G. se olvidó de mí en el preciso instante en que penetró en mi compañía, ni siquiera me dio las gracias. Yo sin embargo nunca le he olvidado, aún hoy treinta años después todavía le recuerdo.

En aquella misma época supe de un curioso experimento consistente en intentar reproducir en un laboratorio las condiciones de la tierra primigenia en la era en que surgió la vida (Experimento de Miller y Urey 1952). Una mezcla de metano, amoníaco, hidrógeno, nitrógeno, dióxido de carbono y agua era sometida a descargas eléctricas de 60.000 voltios a altas temperaturas. El resultado era la formación de una serie de moléculas orgánicas, "la sopa" de la vida. Dicho experimento se ha realizado con diferentes variantes y en casi todos el resultado es el mismo y aunque nunca se han llegado a formar proteínas la formación de dicha "sopa" original es constante.
La explicación química parece clara pero me pregunto por qué la vida se empeña en resurgir incluso en los ambientes más letales.
Me considero un agnóstico apático de manual, el nihilismo me desborda por los poros y sin embargo lo siento totalmente compatible con mi entrega al "amor fati", a un devenir consciente y a una evolución constante.
¿Qué extraña fuerza?, ¿qué íntima energía nos impulsa a esta especie de huída hacia adelante? 
La vida cae y se levanta una y otra vez de manera cansina y obcecada... excepto cuando no.
Sé porque me trae hoy aquí a Jon G., hace escasos meses supe que mandó parar y se suicidó.
La Parca una vez más se burla de mí, da un golpe en la mesa y me quiere demostrar que cualquier intento por restarle trabajo será en vano. Ya he perdido la cuenta de las veces que me ha mirado fijamente a los ojos para decirme que estoy en sus manos, que mis pírricas victorias no desequilibrarán jamas la balanza de la vida. Solo la muerte es más persistente.
Sé lo que ella, mi mente, quiere indicarme. No tiene porque haber un sentido de la vida, no tiene que existir un objetivo o un propósito superior que justifique nuestra existencia para intentar hacer cosas que si tengan sentido y que nos iluminen, que nos estimulen y nos impulsen para intentar ayudar y mejorar en nuestro periplo vital independientemente del resultado final.

Singladura, camino, periplo, transito, travesía, viaje, trayecto, odisea, aventura...

"La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía?. Para eso, sirve para caminar."
Eduardo galeano.
"No hay camino hacia la verdad, la verdad es el camino"
Mahatma Gandhi

lunes, 30 de junio de 2014

Visión cenital


"Hay un agujero en mi mente 
no más respuestas que buscar 
Una vez terminada la lucha 
la calma enfría mi sangre
 Estoy mirando las estrellas
 esperando la inundación "
(Traducción libre de un extracto del tema musical)
 
Con mi telescopio y mis cartas del cielo, me encantaba en otro tiempo observar el firmamento en noches sin luna en parajes lo más apartados posibles. Ahora el éter ha perdido parte de su magia, la contaminación atmosférica y lumínica hacen que cada vez tengas que buscar sitios más remotos y aún así satélites, aviones en vuelo estratosférico, la Estación Espacial Internacional y toda una enorme lista de basura espacial hacen que parezca la Gran Vía en hora punta. Tampoco dispongo del mismo tiempo que en otras épocas y muchas veces las "grandes" cuestiones que nos acucian nos impiden dedicar más energía a las cosas que realmente dan sentido a nuestra vida. Vivimos metidos en una concha espiral de modo que solo podemos vernos el ombligo y cualquier nimiedad nos hunde en la desesperación. Se me antoja necesario que nos podamos observar con un poco de distancia para cambiar la visión y deducir que necesitamos realmente y que o quiénes somos en realidad.
¿Y qué mayor perspectiva que salirme de la galaxia?. Para tomar el impulso necesario, que de otro modo sería imposible, recurriré a la nave de la imaginación. Si Spielberg escogió un DeLorean para su "Regreso al futuro", en un ejercicio de libertad absoluta no pienso ser menos. Recuerdo siendo niño, no podría precisar exactamente con qué edad pero creo que los pies me colgaban del sofá, ojeando un tomo de la enciclopedia Larousse , más grande que yo mismo, vi una fotografía de un Ford Mustang del 66 que me dejó maravillado (buena cosecha la de aquel año modestia aparte). De algún modo sabía que ese coche de una forma u otra regresaría a mi vida y resulta irónico que vaya a utilizar un vehículo totalmente "orgánico", sin ningún tipo de electrónica a bordo, para realizar un viaje tecnológicamente vanguardista, es lo que tiene el poder de la mente. Lo que no le va a faltar es un equipo de sonido potente y envolvente pues el viaje va a durar lo que el "Riders On The Storm"de los Doors o, por qué no, el Stairway To Heaven de Leed Zeppelin, para disfrutar un poco más del trayecto. Decidido entonces, rojo pasión con una franja blanca y a todo volumen saldré impulsado, desafiando las leyes de la física y con el permiso de Einstein, a miles de veces la velocidad de la luz para poder vislumbrar desde el exterior nuestra querida galaxia espiral, la Vía Láctea. En el universo intuido se calcula que habrá unos 100.000 millones de galaxias y dentro de la nuestra la escandalosa cifra de 300.000 millones de estrellas. En uno de sus brazos espirales, a mitad de camino entre el exterior y el núcleo, se encuentra nuestro imprescindible sol. Desde donde yo me encuentro, a cualquier viajero intergaláctico le resultaría imposible encontrarlo. Sería como buscar una lágrima en el océano o un grano de arena en el desierto.
 
Gracias a que fui dejando una estela de psicodelia musical me resultará más fácil el regreso a casa, ese hermoso planeta azul al que llamamos Tierra y que visto desde fuera tiene una apariencia de lo más paradisiaca y seguro que en algún momento de su historia así fue, del mismo modo que también puede ser el mismísimo infierno. Aquí vivimos nosotros, unos mejor que otros, pero totalmente ajenos al milagro que se nos presenta con cada amanecer. Estamos construidos con la misma materia que el resto del universo y las mismas leyes físicas nos gobiernan. Esa materia en un momento dado tomó conciencia de sí misma y del mundo que le rodeaba. Somos esa conciencia capaz de contener todo lo habido o por haber.
Todos y cada uno de nosotr@s somos un milagro único e irrepetible, nuestra historia sobre este planeta no es más que un efímero impulso eléctrico en el corazón eterno del cosmos, un insignificante instante apenas apreciable en términos astronómicos, la enésima parte de un suspiro en tiempo sideral y sin embargo esa pequeña fracción de nanosegundo de la que disponemos es prácticamente infinita en posibilidades si nos desplegamos en todas direcciones como interminables pétalos de loto.

¿Donde está la pasión?

"¿Cómo puede haber cansancio cuando está presente la pasión? Oh, no suspires con pesadez por la fatiga: ¡busca la pasión, búscala, búscala!" 
"Aunque los caminos de la búsqueda son numerosos, la búsqueda es siempre la misma"
Rumí

domingo, 1 de junio de 2014

Universo paralelo

"Aún perdido en Babilon
azul índigo colorea mi piel
 cruzaré presto el Sahel "
 Al Tagrí...  Ibn Al Sahara.
Este tema me traslada lejos, muy lejos en tiempo y espacio
Ana Alcaide
Dos hombres despiertan tras un profundo sueño en latitudes y épocas distintas; Amanar lo hace después de haber soportado la más terrible tempestad del desierto en muchos años y no se explica como a él, un curtido "imuhagh", le ha podido sorprender una tormenta de ese modo, siempre las ve venir...

En otra parte del mundo, años antes o quizá milenios después, Martín abre los ojos muy lentamente e intenta una vez más situarse, siempre le ocurre lo mismo, no recuerda nada de lo que hizo el día anterior y le costará un triunfo recuperar aún una parte de la película si es que al final lo logra. Esta vez se encuentra más dolorido que de costumbre y al incorporarse observa que tiene el torso vendado y que le cuesta horrores moverse.  La resaca apenas le permite pensar y se arrastra hasta el baño como puede y una vez frente al espejo siente como sale de su boca un alarido de horror al ver que su rostro está totalmente desfigurado, más que de costumbre. A los consabidos labio y ceja partidos se le unen los dos ojos hinchados hasta lo grotesco, la nariz no parece rota pero se asemeja a una patata grillada, casi no puede orinar por el intenso dolor pero parece que no le falta ningún diente, hoy es su día de suerte...

Amanar (la constelación de Orión), con su habitual calma intenta atar el montón de cabos sueltos que se ha encontrado esa mañana. Es obvio que la tormenta le cogió totalmente por sorpresa y que esta debió ser terriblemente virulenta a juzgar por el estado en que han quedado él y su dromedario, semi enterrados ambos, pero por alguna extraña razón no consigue acordarse de nada. Basándose en la posición en que estaba tumbado ha deducido que venía del norte y a juzgar por la cantidad de té que resta en la saca debe llevar como quince jornadas de marcha. Tras hacer inventario de provisiones y seguir con sus pesquisas para determinar su posición y saber por todos los "djinns" de donde rayos venía y que estaba haciendo allí, imbuido estaba en sus pensamientos cuando nota que el otro lado de la duna le trae el olor a otro animal, trepa hasta la cresta y comprueba que allí se encuentra otro dromedario y eso cuadra más en su particular esquema mental. Con el único que tenía no le bastaba para portear la "jaima" y el resto de las provisiones necesarias para llegar a las montañas Ahaggar, al norte de Tamanrasset.  Sabe hacia dónde se dirigía cuando le sorprendió la tempestad e intuye con aproximación de donde venía... de Douz, la puerta del desierto, pero, ¿que hacía allí?, el nunca iba tan al norte...

Martín se dirige de nuevo a su cuarto a coger una toalla y una muda para poder darse una ducha e intentar por una vez despejarse un poco y pensar con claridad. En la mesilla de noche se encuentra con el parte de lesiones que le debieron hacer en el hospital. La lista es interminable: dos costillas fisuradas, traumatismo ocular con leve desprendimiento de retina en el ojo derecho, fuertes hematomas en riñones y testículos, abrasiones y contusiones varias... al lado en el suelo se encuentra la camiseta que llevaba puesta el día anterior con huellas de al menos tres calzados distintos, esta vez le habían pateado con saña, debió hacer muy bien su trabajo de provocador nato. Su psiquiatra le dijo una vez que ese comportamiento no se debía en su caso a un ansia autodestructiva sino a la búsqueda desesperada de la sensación de estar vivo que le provoca el subidón de endorfinas que su cuerpo segrega en situaciones de lucha. En realidad no le convencía mucho ese argumento pues la mayoría de las veces estaba tan "colocado" que dudaba mucho que llegara a sentir algo estimulante. Toma píldoras para dormir, para estar despierto, ansiolíticos, analgésicos para las frecuentes migrañas y toda una larga lista de sustancia adquiridas en dudosas "farmacias" sin necesidad de receta alguna. A veces las toma todas juntas acompañadas de cantidades industriales de Jack Danniel´s, lo que le convierte en una bomba de relojería con patas, una auténtica cuchilla andante...

Azûlay (el hombre de los ojos bonitos), así era apodado en su tribu, "tus ojos no son de este mundo de mortales hijo mío, son de la profundidad y belleza del cielo nocturno de nuestro querido Teneré", le repetía su madre. Su verdadero nombre, Amanar, se lo debía al hecho de haber nacido cuando la constelación de Orión (el guerrero del desierto) y su fiel escudero, la refulgente Sirio, se encontraban en su zenit. Habían pasado por lo menos tres veces diez ciclos, aunque ese era un dato que casi nadie computaba, no es algo necesario para vivir en el desierto. Conocer los movimientos de las estrellas y poder leer sus secretos si era vital para sobrevivir en esos parajes...

Tras asearse, tomar un café (con ibuprofeno) y serenarse un poco, Martín se mira en el espejo del baño, sus otrora famosos ojos color miel (gracias Marrubi), misteriosos e hipnóticos, apenas se distinguen bajo la hinchazón, durante unos instantes queda pensativo mirando su reflejo e intentando recordar cómo y cuándo empezó aquella pesadilla. Desde que le echaron hace más de un año no ha vuelto a trabajar en ningún otro sitio, ni siquiera lo ha intentado. Meses antes Ana, su compañera de toda la vida le había abandonado llevándose con ella a la hija de ambos, Michelle de seis años. Cuando pensaba en ellas acariciaba con la mano el colgante que pendía de su cuello y que le había regalado su hija, una concha blanca con el interior de un nacarado brillante enlazado en un cordón de cuero negro. No tenía nada que reprocharla, al contrario, bastante había tenido que soportar durante todos estos años y eso era algo que nunca se perdonaría y que le atormentaba hasta la desesperación. Su marcha no era la causa de su locura sino una de sus consecuencias...

Es noche sin luna en el Gran Erg Oriental, la favorita de Amanar, tras una cena frugal, en el fuego la tetera hierve al sosegado ritmo de los astros y del corazón del tuareg. Orión esta cercano a su zenit y esas noches siempre le han parecido las más hermosas del año. Su pequeño universo está a punto de completar otra vuelta alrededor del astro rey. Mira hacia el sur y piensa en su tribu... y en su familia, en su esposa Tajeddigt (la flor) y en su pequeña hija Tanirt (el ángel), cuando las rememora acaricia los amuletos que, como buen bereber, siempre cuelgan de su cuello. Si los espíritus le son propicios pronto se reunirá con ellas...

Siguiendo los dictados del médico que le recomienda reposo durante al menos una semana, Martín decide desplazarse a su cabaña en la sierra. A pesar de ser uno de sus sitios favoritos hace mucho tiempo que no la visita. Ha hecho fuego en la chimenea para caldear la estancia y tras tomarse una sopa caliente sale al exterior a contemplar el firmamento, desde niño siempre fue una de las actividades que más le estimulaban y que tenía casi olvidada. Estamos a mediados de enero y Orión, su constelación predilecta, se encuentra en su zenit, hay luna nueva y permanece largo tiempo hipnotizado con la visión de Sirio, deleitándose con sus continuos cambios de color y con su impresionante brillo sin parangón en el cielo terrestre. Pierde la noción del tiempo obnubilado con la visión del cosmos hasta que el intenso frío le trae de vuelta a la realidad. Entra en la cabaña y tras echar leña al fuego se sienta en un sofá frente a la lumbre hasta que cae en un profundo sueño. Por primera vez en años consigue dormirse sin tomar píldoras y sin estar completamente ebrio...

"Mis amigos"
 "Tinariwen (plural de Teneré, "los desiertos" en tamazight) es un grupo musical tuareg de Mali. Mi recuerdo es para ese pueblo que a día de hoy sufre una guerra silenciosa contra el integrísimo religioso y contra el pasado colonial."


A pesar que de noche el frío es notable en el desierto, Amanar siempre duerme plácidamente, pero esa noche un extraño sueño le perturbará y le removerá en su lecho. Inmensas aldeas surcadas por monstruos de hierro de refulgentes ojos, miríadas de personas caminando aceleradas sin rostro y sin rumbo claro, un cielo nocturno sin estrellas y un aire espeso y maloliente por doquier... se despierta muy nervioso y con ¿ansiedad?, no conocía esa sensación, ¿qué le está ocurriendo?, siempre ha vivido en calma y armonía, nunca ha tenido miedo a nada y ahora se despierta atemorizado. Empieza a creer que su posible estancia en Douz tiene mucho que ver con su estado alterado y decide poner desierto de por medio y dirigirse sin más demora hacia el sur donde le esperan los suyos...

Martín se despierta con lentitud del más profundo de los sueños, una sensación de tremendo bienestar le invade, cree haber dormido por mil años, hasta recuerda su sueño y eso hacía mucho que no ocurría. Cielos henchidos de estrellas, horizontes infinitos, un mar de dunas, calma, sosiego y su rostro cubierto por un "tagelmust", un turbante color azul índigo. No recordaba exactamente cuándo fue la primera vez que soñó con el desierto pero debió ser con las primeras conexiones neuronales, durante la  primera noche. La atracción que sentía y que siente solo es comparable a la que sintió Ulises por los cantos de las sirenas... sin embargo nadie le ha atado a un mástil y podrá dejarse llevar, dejar de resistirse...

Para escapar de esa horrible sensación de ahogo desconocida hasta entonces, el  tuareg se refugia en su rutina diaria y en la continua meditación, su voz interior siempre ha sonado alta y diáfana y de ese modo poco a poco recobra su natural serenidad. Es posible que el concepto de felicidad sea desconocido para él; quien asume los ciclos de la naturaleza, quien afronta sin reproche los retos de una existencia dura y exigente pero sencilla y profunda al mismo tiempo, no necesita conocer el significado de esa palabra. Simplemente la vive...  

Semanas más tarde Martín se encuentra en la ciudad de Douz, la puerta del desierto, ha quemado sus naves cambiando sus ciento cuarenta corceles nipones por dos dromedarios, provisiones y una "jaima". Vestido a la manera beréber y tras unos días de aprendizaje en el manejo de las bestias la hora de partir a su viaje sin retorno ha llegado. Nada le ata a su pasado, tan solo un recuerdo colgado del cuello, su presente es un mar de arena. Día tras día su voz interior se hace más patente y los ruidos de su cabeza se van difuminando. Pasadas dos semanas de travesía siempre hacia el sur Martín observa que en el horizonte el cielo se ha vuelto muy oscuro de repente y que espesas nubes negras se acercan a gran velocidad. Nunca ha visto una tormenta de arena pero eso le parece una especie de tornado de unas dimensiones espectaculares. En cualquier caso con una calma desconocida incluso para él se dispone a afrontar la tormenta como lo haría un auténtico "hombre libre" del desierto. Tumba a las bestias haciendo un parapeto contra la tormenta y se cubre por completo. Agarra su amuleto y pensando en los seres queridos que perdió en la otra vida cierra los ojos entregándose a su destino...

Amanar se aleja jornada tras jornada del foco de su pesadilla, lentamente al ritmo de la naturaleza recobra su serenidad y su templanza. Las pequeñas cosas de la vida, las más intensas, le colman de satisfacciones: una estrella en la inmensidad de la noche, el primer té amargo como la vida, el segundo dulce como el amor y el tercero suave como la muerte, el intenso sabor de un dátil, el recuerdo del tacto y el aroma de una mujer, de su mujer y el brillo de los ojos de una niña, de su niña. Cuando piensa en ellas no deja de acariciar el amuleto que le regaló su hija, una concha blanca con el interior de un nacarado brillante enlazado en un cordón de cuero negro.
Ese mismo día, si los espíritus le son propicios, sus profundos ojos contemplarán la silueta de su campamento al atardecer ...
   


"- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.

- Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde… Es un momento mágico… Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor… La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor….Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo."
Entrevista a un tuareg 

Música tuareg, hipnótica y vital

Música vasco-amazight
verdes arenas del desierto



miércoles, 14 de mayo de 2014

Ecos de dolor



a mi querida madre

Del universo flotante
donde aprendí la luz original
partí a vivir errante

tornar al inicio quise
a rememorar el amor primero
la muerte me dejo triste

ni beso ni despedida
sin su calor, su tacto y aroma
desolación desmedida

Hace escasamente cuatro meses y medio que comencé esta singladura bloguera y hoy tengo la sensación de que llevo toda mi vida y que se ha creado en mí una adicción similar a la que se siente cuando estas enamorado, eres correspondido y tu ego se ve continuamente agasajado por quien solo ve en ti amor, luz y perfección.

El primero de enero puse la primera piedra de esta fortaleza publicando un escrito que había creado para que me sirviera de auto terapia y poder purgar los fantasmas de la muerte de mi padre. Yo mismo me senté en la silla y en el diván para relatarme mis sentimientos, llorar, comprenderme y perdonarme. Ese demonio salió despavorido como perseguido por alma resplandeciente, se difumino como una pompa de jabón y por primera vez en mucho tiempo me sentí liberado, feliz y en paz.

Descubrí que esto es fundamental para mí y me pregunto que he estado haciendo todos estos años, como no había pensado que poner negro sobre blanco mi alma y poder observarla después era tan catártico y terapéutico. Ahora creo que no hay quien me pare, he cogido carrerilla y he entrado a saco en el abismo, he abierto la puerta del desván dispuesto a airearlo y bañarlo de luz solar.

Eso parece el camarote de los hermanos Marx, hay alguna bonita fotografía pero cubierta de polvo, cachivaches varios, discos de vinilo, ataúdes, viejos amores olvidados, mi querida Sarri, mi abuela materna, un niño igualito que yo de pequeño, un quirófano... y demonios, muchos demonios de todos los tamaños, diablillos muertos al nacer y nonatos, engendros quitándose la vida, diablos en delirio de alcohol, anfetaminas y LSD... y en el centro de la estancia el mayor de todos rodeado de fuego, humo, cenizas y calor asfixiante, un demonio de mi mismo tamaño o quizá un poco más alto, con mi mismo rostro, desnudo y con la piel de un magnético color escarlata. Me resulta repulsivo pero no puedo dejar de mirarle, el muy cabrón está en muy buena forma y muy bien dotado en todos los sentidos.

Casi todos las otras criaturas han ido escapando a medida que he ido purgando mi alma, las he ido dando puerta una tras otra pero este rey de mis demonios va a costarme un triunfo deshacerme de él, va a vender cara su piel bermeja que le pienso arrancar a tiras, me mira desafiante con los ojos inyectados en sangre y sonríe con socarronería y suficiencia al tiempo que con sus cejas me señala el foco de calor que se encuentra a su lado y me invita a descubrirlo.

Retiro ceniza y más ceniza, rescoldos que abrasan y el aire se hace irrespirable, aparece una enorme cicatriz de unos cuarenta centímetros, como la que tengo en la pierna desde los seis años, una cicatriz reciente, palpitante y brillante, con los puntos aún sangrantes y supurando pus y un hedor insoportable. Sigo retirando ceniza y carbón y son tres más las que aparecen, es un tremendo zarpazo realizado por una bestia de garras enormes. Descubro que lo que esta remendado de urgencia es mi alma y que esa herida que yo creía curada y olvidada no es otra que la muerte de mi madre. La vista se me nubla tras una catarata de lágrimas, las piernas no me sostienen y caigo desplomado, siento un tremendo dolor pero no sé donde me duele. Oigo al demonio como se carcajea y por primera vez en mi vida siento mucho miedo, miedo al vacío, miedo a no poder salvar a los míos, a no poder reconfortarlos a todos, miedo a que el dolor me paralice y no me permita ser feliz...

... entonces cierro los ojos y la veo, la veo como siempre la he recordado, sonriendo y tarareando alguna canción, dándome una lección de cómo se debe vivir, disfrutando cada momento como si no hubiera mañana y dando amor todos los días por que nunca sabes cuándo va a llegar ese último instante y si vas a poder decir adiós.

- Ama, lo siento mucho, no pude despedirme y darte el último beso pero quiero que sepas que soy mucho mejor persona que cuando tenía diecisiete años, que yo me voy a ocupar de todo y de todos y que me hubiera gustado mucho ocuparme de ti hasta tu último aliento pero como no pudo ser quiero decirte hasta siempre con ese beso que me tenía seca la boca y empedrado el corazón. Te quiero como nunca y como siempre.-

Me equivoqué al pensar que el demonio grande desaparecería al expiar mis penas y mis culpas pero el muy truhán continua en el centro de la estancia aunque ya no sonríe y ya no parece tan joven y tan lustroso. Para empezar le he dado ropa vieja y le he puesto a barrer el desván que está hecho unos zorros. Tendremos que convivir mi querido demonio y yo. He abierto puerta y ventanas y lo he decorado todo con bellos recuerdos y fotografías de momentos felices.
Esto ya parece otra cosa.


Gracias a tod@s por estos cuatro meses y medio.


Victoria María