domingo, 2 de febrero de 2014

Pero la risa

En el fondo del mar entre tiburones encontraré brillantes perlas, las más hermosas flores en el lodo, algo de trigo entre la paja y alguna que otra aguja. Al girar la cabeza oiré lo sublime en forma de violinista en la abarrotada estación del metro; sufriré el "síndrome de Stendhal" al voltear una manzana y darme de bruces con Santa María dei Fiori o quizá un "semazen" vuelva  a insuflarme el aire místico que provoca el giro de sus prendas mientras una voz profunda recita poesía y la música telúrica  brota de mi interior. No sería extraño que sienta la caliente humedad de la primera vez, del primer beso; es posible que un "loco bajito" tome entre sus manitas la mía y se acaricie el moflete con el dorso mientras con ternura repite mi nombre o que una enanita se acurruque en mi regazo durante un eterno suspiro y sin mediar palabra su corazoncito saltarín le infunda vida al mío pétreo y cansado; tal vez encuentre mi álter ego en esta lluviosa mañana y disfrute de estimulantes sesiones de conversación, renueve el gozo por la lectura, el cine y la música o tal vez nada de todo eso ocurra y no merezca la pena continuar con mi particular travesía del desierto.
Todo me parece posible menos la risa.
Me pregunto por qué.

De todo lo que se ha escrito sobre la risa llama mi atención un estudio que habla de la necesidad de rebajar tensiones tras una situación de peligro en la cual nuestro organismo genera sustancias que nos predisponen para la huida o la lucha en defensa de nuestra familia o manada, de tal manera que este fenómeno netamente humano, desternillarse vivo, nos ayuda a inhibir la agresividad, la ansiedad y el estrés generado, convirtiendo la risa en un signo de conducta que indica relajación y confianza con nuestros seres cercanos. Se me ocurre que parece evidente que el sexo también sirve para el mismo propósito y que así se explica la sensación de laxitud y relax que sucede en ambos casos.
Pareciera que tuviera la necesidad imperiosa, lógica por otra parte, de estar siempre alerta y en tensión esperando la siguiente agresión vital.
Reconozco que no tengo excusa y que entre tempestades debería buscar con más ahínco el humor, la risa y la carcajada.
¡¡Por todos los dioses que lo intento!!
http://justoserna.files.wordpress.com/2009/09/carcajada.gif?w=480




7 comentarios:

  1. Es lo malo de ser un "tipo serio" que luego uno se olvida de lo más importante.
    Hay un remedio que suele ir bien, se llaman cosquillas ¿Has probado alguna vez?
    Un abrazo Al Tagrí.

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  2. Divina estrella, las cosquillas las carga el diablo, prefiero la risa espontánea o el sexo aunque sea serio. De todos modos ya me va costando menos y una sonrisa se esboza en mi cara, gracias a tu comentario.

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  3. Es verdad que la risa espontánea descarga tensiones... y cómo se disfruta!

    Y a mí se me ha dibujado una inmensa sonrisa leyendo tu post, gracias Al Tagrí!

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    1. Cuando pensaba en esta entrada simplemente recordaba que cuando era bastante más joven (casi un niño) reía mucho y el futuro me preocupaba menos que ahora si cabe y todavía tenía el alma sin rasguño alguno. Sin haber perdido el sentido del humor del todo, en cierto modo sí que añoro esa pseudofelicidad que da la inconsciencia aunque en realidad creo que echaría más de menos otras cosas si las perdiera, como la capacidad de emocionarme y de disfrutar de todas esas cosas hermosas que también nos depara la vida, eso me acerca un poco a la felicidad consciente y de vez en cuando cae alguna risotada, que no es baladí.
      También disfruto de estos diálogos con personas con "sentido y sensibilidad".
      Muchas gracias.

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  4. Pues mira que yo también lo intento, más que nada ahora, que mi sonrisa se ha quedado enganchada entre sombras y llantos...
    ;)
    Muxu bat!

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    1. He perdido a mi padre recientemente y a pesar de no tener una relación como todo hijo desearía, lo he sentido profundamente. Así que como será para ti que tenias (tienes) algo especial con tu Aita. En realidad te envidio, pero de manera sana y sincera, y a pesar del dolor tienes que saber que lo que tenéis es para siempre, nadie te lo va a quitar nunca. La risa volverá sin duda, puede que menos marcada, pera volverá y lo que quedara será muy hermoso, el recuerdo de una persona muy especial. Desconozco los entresijos que hay tras el umbral pero es posible que sepan de nosotros los seres queridos, así que mejor será que les sonriamos, por si acaso.
      Animo Edurne!!", musu haundi bat!!!

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