domingo, 9 de febrero de 2014

Viento del desierto

Reconozco que siento cierta debilidad por las locuciones latinas:
"Memento mori"
Ibn Sina decía que la vida es fugaz como el viento del desierto, intensa y violenta añadiría yo, sin tiempo para pensar, apenas lo avistas te pasa por encima y se aleja sin más dejándote sin aliento y cubierto de arena.
"El tiempo de vivir es para todos breve e irreparable"  Virgilio.
Todas las personas ancianas que conozco, sin excepción, coinciden con estas afirmaciones y pareciera que independientemente del jugo que hayan logrado extraerle a la existencia aseveran que el tiempo se les ha escapado como el agua en un cesto de mimbre.
"Amor fati"
Del pasado nos quedan muchas fotografías, algunas hermosas, momentos lacerantes imposibles de borrar, segundos de placer o de sufrimiento paralizante, instantes de estremecimiento dorsal o de impotente agobio como mensajes en botellas flotando en un inmenso océano de cotidiana banalidad. Aceptarlo es condición sine qua non para continuar travesía pues todo ha sido necesario para llegar hasta aquí.
"Carpe diem"
"Vive como si fueras a morir mañana y aprende como si fueras a vivir para siempre" Mahatma Gandhi.
¿La vida surgió sin más o hay un diseño inteligente?, en ese sentido la visión nihilista me resulta adecuada pues la arrogancia homínida tiende a medir su grandeza por la del supuesto arquitecto. ¿Realmente importa tanto?, no me desagrada en absoluto pensar en ello como en tantas otras cosas, pero debo calibrar el tiempo que le dedico pues el presente es incipiente y se desarrolla con gran energía y necesita del grueso de mi atención.
Parece un buen anhelo buscar ese momento ansiado, emboscarlo agazapado y atraparlo, 
"festina lente", sin prisa pero sin demora para degustarlo con deleite. Decía Erasmo: "quien siga esta máxima siempre actuará en el momento adecuado y en la medida justa. Su vigilancia evitara que sea demasiado lento y su paciencia, que se apresure más allá de lo conveniente".

En el filme "seven", con ambiente lluvioso, asfixiante y plomizo (que tanto me recuerda al de "Blade runner"), donde apenas hay un resquicio para la luz, el detective Somerset, interpretado por un siempre elegante Morgan Freeman, a punto de jubilarse desencantado y cansado de luchar, lapida el filme parafraseando a Hemingway: "el mundo es un bello lugar por el que vale la pena luchar... estoy de acuerdo con la segunda parte".
Paradójicamente el mundo humano es un pedregoso y abrasador desierto de inhumanidad salpicado por contados oasis de fraternidad, amor y belleza. 
Parece que solo tenemos dos alternativas: continuamos la búsqueda del la excelencia, del vergel o en pleno ejercicio de soberanía personal acabamos con el "taedium vitae" y nos hacemos el "harakiri". Las dos opciones me resultan respetables por igual pues la mecánica de la vida exige la toma continua de decisiones y esa potestad únicamente a nosotros nos pertenece. "Liberum arbitrium".                                    También podemos dejarnos llevar por la marea como una nave al pairo o buscar nuestro propio camino, a veces contra corriente, como un vigoroso salmón que no espera su muerte resignado sino que va a su encuentro sabiendo que los avatares futuros son infinitos e insondables.
El largometraje "Martín Hache" esta atestado de jugosos diálogos (lo mejor) y de inolvidables frases para meditar; entre todas me encanta una que le decía un grandísimo Eusebio Poncela a Hache (Juan Diego Botto), cuando temía por su suicidio: "siempre hay que seguir, aunque solo sea por curiosidad".
Para un "voyeur" como yo la curiosidad es un potro difícil de domar, la inmunidad ante el fracaso o la ruina y las ganas de saber parecen buenas razones para no renunciar a continuar con la búsqueda, sin embargo se me ocurren al menos un par de acontecimientos posibles que arrasarían mi cordura, destruirían mi equilibrio y harían que me resultara imposible seguir viviendo.
Pero en fin, no debo ponerme trágico, comprendo, como los budistas, que solo existe el presente.
"Si quieres conocer el pasado, entonces mira tú presente que es el resultado. Si quieres conocer el futuro mira tú presente que es la causa".
Sidarta Gautamá.

oleo de José Luis Román

Viento del desierto

Viento del desierto "Simum"

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8 comentarios:

  1. La vida es como un juego... al que conviene jugar si se quiere disfrutar de la vida.
    Creo que disfrutar o ser feliz es tan sencillo como eso, carpe diem y memento mori, y desde luego apuesto de lleno por Amor fati y festina lente... Aunque es verdad que el viento del desierto golpea bien fuerte a veces...
    Martín Hache es un peliculón, y como dices, se puede sacar mucho jugo a todo el diálogo.
    A mí se me quedó grabado el "ninguna mujer tiene dueño" que le dice el personaje de Dante a Hache, y cómo lo dice...

    Un post jugoso, gracias Al Tagrí!

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    1. La verdad es que he elegido ese pasaje de la película por que me venía de perlas. Mi favorito sin duda es el alegato que hace Martin (padre) despotricando de su patria, de cómo le ilusiona y le decepciona una y otra vez, de los genocidios y las crisis continuas, para terminar deduciendo que en realidad tu patria son tus amigos. Buenísimo. Qué decir de los comentarios de Dante...
      Me acabo de dar cuenta que Sidarta tenía razón, el resultado del pasado es que en el presente sigo disfrutándolo.
      Gracias por tu comentario.

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  2. Como tu texto tiene mucha miga, te toca comentario laaargo:

    Mirar hacia atrás y ver todo lo que he hecho, solo puedo pensar: la vida es larga. Otra cosa es lo que ocurre cuando apenas te quedan unos decilitros por consumir y aún tienes sed de vida: que el río te parece muy corto.

    “Paradojicamente el mundo humano es un pedregoso y abrasador desierto de inhumanidad salpicado por contados oasis de fraternidad, amor y belleza.” Es verdad que hay mucho secarral ardiente e hiriente, pero, estamos tan bien diseñados que tendemos (y debemos) olvidar las piedras y solamente recordar los dulces dátiles del oasis. Bendita mi mala memoria. :)

    Me encantó Martín H, pero en este momento puedo decir que poco recuerdo salvo los preciosos ojos de J.Diego Botto. Maldita mi mala memoria :)

    Y en cuanto a tu vitalismo voyeur: no necesito el acicate de la curiosidad para seguir adelante, puedo considerarme muy afortunada porque a mí la vida me parece muy entretenida tanto lo que sucede dentro como fuera ¿Cómo podría quedarme sin saber lo que va a pasar mañana?

    Gau o Al Tagrí, musu ta besarkada anitz.

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    1. Estrellita mía, dentro de muchos, pero que muchos años, cuando seamos viejos pero que muy viejos, entonces y solo entonces te comentare lo larga o corta que se me ha hecho la vida.
      Me encantan los dátiles y uno de mis paisajes favoritos es sin duda el desierto en general aunque no el pedregoso.
      También me encanta mi maldita-bendita memoria pero no consigo acordarme de los ojos de Juan Diego y tu, bribona, has logrado que tenga que comprobarlo (y si, él y sus ojos son muy monos).
      No me digas que desde tu palacio celestial no te sientes ni un poco "voyeur".
      Anitz que palabra más meliflua me gusta.
      Esker anitz potxolina.

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  3. Llegados a este punto de la singladura y con tanta sabiduría acumulada (no mía, a fe...), no me queda otra que dejarme estar en un rinconcito y volver a disfrutar de tu post (tan acorde con él estoy!) y de los sesudos comentarios de Milena e Ishtar.

    Ego sum ego y no hay otra, mis circunstancias, a veces, me resultan ajenas, aunque ellas se empeñen en jorobarme la existencia!

    Me uno a los muxuS y las besarkadaS!
    ;)

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    1. A fe que la sabiduría es el compendio de la de tod@s y, por supuesto, también de la tuya.
      Las circunstancias de todos y cada uno de nosotros, salvo penosas excepciones, son similares en el computo global y no dejan de ser sino el paisaje y el escenario donde nosotros, los verdaderos protagonistas de nuestra tragicomedia, desarrollamos la trama.
      En la magnífica película "Amanece que no es poco", aparece una frase que me viene al pelo para intentar sacarte una sonrisa: "todos somos necesarios pero tú eres contingente".
      Un abrazo fuerte.

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  4. Bien, por Isthar te he descubierto y me parece una gran puerta la tuya para el aprendizaje, te sigo para escucharte e ir poco a poco entrando en un mundo que no esperaba y sí que buscaba...

    Besos,

    tRamos

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  5. Que sensación tan bonita la del descubrimiento, espero y deseo que sea mutuo.
    Hoy iré a dormir un poco más feliz.
    Gracias, un abrazo.

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