domingo, 23 de febrero de 2014

Sarri

Mi primer recuerdo consciente me sitúa, creo, en el hogar familiar y francamente no me lo explico pero si tengo que resumir mis sentimientos en aquella época, diría que fueron de absoluta felicidad. De niño nunca tuve una bicicleta ni un perro que casualmente eran las dos cosas que más quería y aún así la grabación oficial dice que fue una infancia feliz, ¡bendita inocencia!. Mi perplejidad no se debe, por supuesto, a la carencia de bien material alguno, aunque en el caso del perro no lo es de ninguna forma, es infinitamente más que un amigo, es un auténtico "alter ego"; hablo de esos infiernos particulares que se desatan en casi todas las familias y que hoy no son el objeto de mi reflexión.

Sabemos del poder evocador de los olores, de las fotografías, de los sonidos..., y de la música, y ahora mismo estoy maldiciendo la hora en que se me ocurrió ambientar este relato con " la suave luz que me despierta"..., me está matando..., si esto fuera un papel lo tendría que poner a secar.
Sé que este escrito puede resultar un tanto triste pero juro que no he tomado nada y no me ha dado "llorona", últimamente no necesito potenciar mi estado de ánimo, la nostalgia surge de manera totalmente espontánea al escuchar a estos condenados "scottish".

A modo de despecho cuando gané mi primer sueldo, siendo muy joven, lo primero que hice fue comprarme una "bici", apenas la llegué a usar pero la miraba todos los días al llegar a casa pues me recordaba que no le necesitaba y que nunca más le pediría nada. Nunca es demasiado tiempo y alguna vez sí que le pedí algo apelando a su sentimiento de culpa, siempre me sorprende lo retorcidos que podemos llegar a ser. En fin, todo está como debe estar, nos hemos despedido, el pasado se ha difuminado y a mí la melancolía me libera y me da fuerzas... ahora lo que se difumina es la pantalla...

Ironías del Destino, paradojas de la vida, caprichos de los Dioses o paranoias de un enfermo bipolar, lo que quiera que fuera no deja de tener su gracia, después de haberme olvidado del tema hacía eones, llegué una noche a casa y en la oscuridad de la terraza noté algo que se movía en un rincón y tras acercarme para comprobarlo me encontré frente a dos ojos que me miraban asustados, no me lo podía creer, mi padre había traído a casa una hermosísima perra de unos nueve meses ya totalmente desarrollada que encontró abandonada en la calle. Que alguien me lo explique. No podía ser la misma persona quien había hecho algo así.
No sabemos si se escapó o la abandonaron, el caso es que era el animal más bello por dentro y por fuera y más educado en todos los sentidos que he conocido jamás.
Aquí es cuando, como decía Cortázar (gracias Bolboreta), las palabras no me alcanzan pues se me desborda el alma de sentimientos. Son infinidad los momentos de extraña plenitud con un ser que no podía hablar pero que se comunicaba conmigo con una profundidad tal que las palabras por si solas no nos hubieran bastado. No se trataba de la típica fidelidad canina que actúa mecánicamente y que llega a ser cargante; ahora, de nuevo, debo recurrir a los grandes: "nuestras relaciones eran de una precisión matemática: me obedecía como a su cerebro, no como a su amo"(refiriéndose a su caballo Borístenes)..."participaba de mis impulsos; sabía exactamente, y quizá mejor que yo, el punto donde mi voluntad se divorciaba de mi fuerza". Memorias de Adriano. Marguerite Yourcenar.

Por supuesto que era fiel y claro que era valiente, era una perra pastor, pero siempre dio muestras de carácter y cuando se sentía menospreciada u ofendida te lo hacía saber. No hay dos perros iguales por eso sé que no habrá otra como ella.

Recuerdo con especial cariño un fin de semana que pasamos los dos solos en los Pirineos, me traje la mochila henchida de momentos irrepetibles que guardo en un rincón especial de mi memoria y que no concibo que se puedan perder algún día.


Cuando me la entrego la veterinaria metida en una caja no la pude mirar a la cara, la había cagado con la anestesia y murió en la mesa de operaciones haciéndole una cirugía menor que ella misma nos aconsejo por que se suponía que no entrañaba el menor peligro, de otro modo no hubiéramos accedido ya que no era estrictamente necesaria.

La enterramos en una montaña a los pies de un roble y recuerdo que pocas veces he visto llorar a mi hermano mayor como aquel maldito día cuando me decía que tenía que ser una confusión y me rogaba una y otra vez que comprobara que era ella la que estaba dentro...
Era ella.
Por ti Sarri, siempre fuiste una criatura excepcional.


"Hasta que no hayas amado a un animal, una parte de tu alma permanecerá dormida".
Anatole France. Premio Nobel de Literatura 1921


Sarri


"Aquí reposan los restos de una criatura que fue bella sin vanidad, 
fuerte sin insolencia, valiente sin ferocidad 
y tuvo todas las virtudes del hombre 
y ninguno de sus defectos."
Lord Byron (epitafio a su perro)

17 comentarios:

  1. Recién termino de leer tu entrada, y me doy cuenta de que la música -¡qué linda melodía!- se acaba al tiempo…
    Un escalofrío me recorre el cuerpo... recuerdo todos los momentos que compartí con mi perro... vivo en el campo, y curiosamente enfrente hay una piedra que ha adoptado su forma…
    En fin, miro la foto de tu perra, y veo felicidad... Sarri ha sido muy feliz contigo y tú con ella.
    Ahora, su cuerpo está descansando junto a las raíces de un roble, pero sigue estando contigo, lo estará siempre, tú lo sabes.

    Bonito post le has dedicado Al Tagrí.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Encontré un pequeño álbum de fotos de ella y quise rendirle el homenaje que tenía pendiente.
    Desde luego el recuerdo está más vivo que nunca a pesar de los años y reafirmándolo se hace más fuerte.
    Cambiando de tema siento disentir contigo pero creo que en mi caso la serenidad se encuentra a miles de millas, la luz la distingo desde mi penumbra y la belleza en cualquiera de sus formas la puedo percibir siempre fuera de mí.
    siempre es un placer...
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que todo está en todos, es decir que el universo -en su totalidad- puedes encontrarlo dentro de ti.
      Si ves belleza, si ves serenidad, eso está dentro de ti. ¿Cómo sino ibas a percibirlo?

      Un abrazo

      Eliminar
  3. Sé que todo es como tú dices pero para mí todavia no es más que un anhelo, esa es la busqueda y como he dicho en alguna ocasión lo que me interesa es el camino tanto o más que el destino.
    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Primero por favor ayuda¡¡¡ como escucho tu música, algo fundamental para mi???

    ResponderEliminar
  5. Hola debería de funcionar pinchando donde pone "nostalgia" en la parte superior.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Real forma de contar lo que sucedió, ni lo adornas al principio ni lo victimizas, incluso explicas tu alarde comprando tu bicicleta que no usas, pero te diginfica ante ti mismo y vista la reacción de tu padre, algo le hizo pensar, o tal vez fuera pura coincidencia.
    Lo importante llego ese amor leal, sublime, esa compañía, bondad, ricas ricas, juegos, unión y llegamos a la fusión, te imagino en el suelo jugando con ella a la vez que te ponía sus patas encima, te imagino exhausto de su incansable juego delicado para no causarte daño.
    Y lo cierto no quiero imaginar el final, aun no queriendo tu tristeza como sería la mía, me llega e inunda y también me trae recuerdos nada agradables que pase con un gran amigo llamado Boby, su última noche.

    Creo puedo entenderte, han pasado muchos años y le sigo recordando tal cual, tan jovial, tan mejor humano...

    Al Tagrí, me atraes, eres todo un misterio y eso me gusta¡¡

    A que te refieres en mi blog, con lo de Kitaro, aunque me haga una idea???

    Besos cálidos ♥♥

    ResponderEliminar
  7. aqui quede esperando tu respuesta, igual te marchastes y hasta otro día no regresas...
    descansa¡¡¡
    Un beso ♥

    ResponderEliminar
  8. Así es, estaba demorando el momento de ir a dormir y como dice una amiga común "me mordió el sofá". Créeme no hay ningún misterio, desde que he vuelto a plasmar en un escrito lo que ronda por este mercado multicolor y caótico donde todo se confunde con todo en que se ha convertido mi mente, las cosas han empezado a serenarse y toma el "poder" lo realmente importante. De forma totalmente natural voy arreglando mis asuntos personales pendientes, que son muchos, y entre ellos no podía faltar hacer aflorar este recuerdo que me marco tanto para bien.
    Resulta curioso cómo se asemejan los avatares humanos al devenir de la mar, con sus corrientes, tempestades, encalmadas..., estando en sus orillas esperas con incertidumbre cual será la sorpresa que te traiga la marea. Hace muchos años paseando por la calle oí una música que me atrajo sobremanera, salía de la megafonía de un auto y lo que más me sorprendía es que nadie parecía darse cuenta de lo especial que era; a mi Ara Malikian no me podría engañar si algún día toca en el metro de mi ciudad, yo siempre voy atento a la música.
    En aquella época no había internet así que la búsqueda de la música perdida era una autentica epopeya. En aquella ocasión espere a que pasara el coche otra vez y aborde al copiloto para que me dijera quien era el misterioso músico.
    Era Kitaro y entonces lo llegue a escuchar con cierta frecuencia, pero hasta ahora lo tenía aparcado y mira tú por dónde reaparece otra vez de tu mano... Desde siempre una de mis aficiones más placenteras ha sido intentar descubrir quien esta detrás de tantas y tantas melodías que se cruzan en mi camino, ahora la labor se ha facilitado mucho pero sigue teniendo su emoción.
    Gracias Bolboreta, si me lo permites, me gusta ese nombre.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  9. ...y hablando de tormentas, voy de maravilla a maravilla...;)
    ¡Qué cabecera más espectacular y esa cita de "Memorias de Adriano"...Me encantó ese libro, es uno de los que no se olvidan. Marguerite Yourcenar, sabia mujer.

    Estoy feliz de haber encontrado este blog. Gracias.

    ResponderEliminar
  10. Leyendo el post...creo que tienes un corazón grande...y buen gusto para la música.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Perdón por el despiste, no había visto este comentario.
      Querida ¿Tormenta?, la verdad es que no sé como llamarte, ya me contaras...
      No sabes como te agradezco el cumplido, es algo que me satisface enormemente.
      Espero nos sigamos escuchando, muchas gracias.
      Un beso.

      Eliminar
  11. Estoy totalmente de acuerdo con la respuesta que me has dado en tu blog, a mí también me sirve para poner en orden mi ajetreada cabeza, ¿quién me lo hubiera dicho ?.
    Existe más literatura de la que una persona pueda leer en diez mil vidas, entonces la elegimos como podemos y nunca se sabe cómo ni cuándo ni por qué una obra va a llegar a nuestra mano.
    Desde luego mi historia personal con ese libro no tiene desperdicio y es algo de lo que me gustaría hablar más detenidamente. Si existe para mí un libro de "mesilla de noche" que puedo abrir por cualquier página y disfrutar sin límite, ese es "Memorias de Adriano" sin duda.
    Encantado de tu visita y deseo que sea fructífera la relación.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  12. Es curioso ver que las máscaras que nos cubren, poco tienen que ver con los sentimientos que nos descubren. Si a ti es la melancolía la que te libera y da fuerzas, es la rabia la que a mí me da más ímpetu.

    El texto, en algún momento extravagantemente excesivo en las explicaciones, me encanta!!! Es algo que yo debería hacer al escribir, la cosa es que no acabo de poder soltar las riendas, repintar las sensaciones exageradamente y sin límites.

    Preciosa Sarri.
    Yo, por supuesto, soy de gatos.
    (no de robots, again :P)
    Muxux.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Ishtar, estoy de acuerdo en que a veces es mejor dejar que la pluma se deslice sin control como si no hubiera un mañana, pero te juro que esta vez mi intención era muy otra. He tenido que hacer un tremendo ejercicio de contención por que el tema de fondo sigue siendo delicado para mí ( infiernos familiares). Hay muchas cosas que no sabemos el uno del otro así que se puede decir que entre tu y yo hay mucha tensión "argumental" no resuelta, pero eso tiene fácil solución. El tema de la "bici" es totalmente simbólico, el de Sarri tan real como que estoy escribiendo ahora.
      En casa también vivió un gato pero nunca compartimos nada, aún así, mi admiración para los felinos que miles de años después todavía no han necesitado integrarse en la manada.
      Un besazo.

      Eliminar
    2. Jajajaja!!! Nunca había oído eso de la tensión argumental y efectivamente es eso lo que nos pasa, el otro viernes fueron unos bises los que mantuvieron esa tensión ... ¿Qué será otro día?
      Los caminos de la red son inescrutables. :)))

      Todos tenemos un algo muy deseado en la infancia que luego compramos de mayores y .... pfff, en fin, te das cuenta de que realmente no lo necesitabas ni entonces ni ahora. En mi caso era una consola con dos pantallas en las que aparecía Donkey Kong, la suplí con una DS de la que me aburrí en dos meses, menos mal que hay por aquí un par de enanitas que le están sacando todo su jugo.

      Gabon mendizale.

      Eliminar