Ha sido un sueño recurrente en varias etapas de su vida y hoy vuelve a visitarle.
Cuando su voluntad es firme timón de su destino algo se quiebra en su profundo interior.
El vuelo se vuelve anárquico y no consigue surcar el aire a voluntad. La velocidad se vuelve insoportable y comienza a sentir un vértigo irrefrenable. A punto de estrellarse contra una rocosa montaña se despierta muy alterado. Empapado en sudor y con el pulso insuflado de adrenalina. Le falta el aire y entre sollozos que no puede reprimir rompe a llorar. Llora... llora y grita...
-¿Por qué?-.
¿Por qué no puede ser soberano ni en su paraíso onírico?
Siempre la misma pregunta. Siempre la misma ansiedad.
Como todas las respuestas solo necesitan de la pregunta correcta:
-¿Qué coharta su libertad?-
La respuesta no puede ser más evidente:
El miedo.
El miedo es cualquier cosa menos racional.
El miedo al dolor, a la soledad, al olvido...
El miedo responde
El miedo es la barrera a sus ansias de volar.
Siempre la misma pregunta. Siempre la misma ansiedad.
Como todas las respuestas solo necesitan de la pregunta correcta:
-¿Qué coharta su libertad?-
La respuesta no puede ser más evidente:
El miedo.
El miedo es cualquier cosa menos racional.
El miedo al dolor, a la soledad, al olvido...
El miedo responde
El miedo es la barrera a sus ansias de volar.